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Slow life: el nuevo estilo de vida basado en la calma

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Últimamente no hemos dejado de hablar sobre cambios, y es cierto que todos han sido vertiginosos. Pero no siempre tiene que ser así. En Kiosco creemos que nunca es mal momento para poner una pausa. Así que hemos decidido hablar sobre slow life. ¿Te suena?

Slow life surgió en los 80 derivado del movimiento slow food, una respuesta gastronómica a la proliferación de cadenas de comida rápida. En resumidas cuentas, slow food trata de priorizar la cocina tradicional, los ingredientes locales y una forma de vida pausada, necesaria no solo para cocinar si no para comer sanamente.

Quizá ya te des una idea. Slow life busca equilibrar nuestras actividades en busca del bienestar. Eso quiere decir que se trata de tomar el control de nuestro tiempo, nuestra vida y centrarnos en el momento presente.

Una nueva (y pausada) normalidad

No es casualidad que este estilo de vida sea tendencia actualmente. En parte, se lo debemos a la pandemia covid-19 (otra vez), que nos llevó a replantear el día a día y preguntarnos cuáles son las cosas que realmente necesitamos.

Nueva normalidad, nuevos hábitos. Vale, pero decíamos, ¿cómo se vive en el momento presente? Definitivamente esta es una pregunta para un gurú. Eso sí, nosotros podemos darte algunos consejos súper útiles para entrar en sintonía con este estilo de vida.

Slow life

Mente sana en cuerpo sano

Como dijimos al principio, la alimentación es básica. Aunque tampoco podemos olvidar la mente.

Un estilo de vida slow contempla dar sintonía al cuerpo y el alma. Yoga, meditación, naturaleza y mindfulness. Todas son prácticas muy recomendables y totalmente benéficas para ti.

Tómate el tiempo

Esto te puede sonar difícil, sobre todo si eres de las personas que suelen tener una agenda ocupada. Pero no te preocupes. No te vamos a pedir que dejes todo y huyas al mar (si lo haces, nos invitas). Lo que queremos decir es que planifiques tus actividades, le des lugar a la rutina que de verdad disfrutas y te funciona. Igual que tú, cada actividad merece su tiempo y toda tu atención. Disfrútalas. Encuentra placer en los detalles.

Consume lo necesario

Vivir en el presente invita a preguntarnos, ¿qué cosas que necesito para vivir y ser feliz?

La vida lenta nos invita a repensar nuestros hábitos de consumo, encaminándolos hacia la responsabilidad y la consciencia sobre nuestros actos. Darle prioridad a los pequeños comercios y sus productos reduce nuestro impacto sobre la naturaleza y estimula la economía local. Recuerda que el beneficio de uno es el beneficio de toda la comunidad.

Pausa tus redes

Las redes sociales son una forma muy eficaz de conectar con otros (y más en pandemia), no obstante, no son un sustituto de la interacción en el mundo real. Así, lo mejor es dosificar el tiempo que pasas navegando en redes. Si trabajas con ellas, tómate un tiempo para darles pausa y disfrutar de otras actividades. Es momento de salir, alejarse de los ruidos de la ciudad y volver al verde. Evita las notificaciones innecesarias o configura, durante tu tiempo libre, alarmas que te interrumpan.

Es verdad que la tecnología se antoja fascinante y, sin duda, es fácil enamorarse de esta herramienta. Pero recordemos que se trata de eso, una herramienta que nos facilita la vida. Por lo tanto, el truco está en darle uso cuando cumple esta tarea.

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