Identifica los riesgos

¿Cómo es tu auto? ¿Cuáles son tus trayectos?  Identifica las características de tu auto y cuáles son los riesgos que corre. Con base en estas preguntas podrás elegir el seguro que mejor se adapte a ti.

A grandes rasgos, los seguros más comunes cubren:

• Responsabilidad civil. Como decíamos, es parte de una cobertura básica, además de ser obligatorio tal como lo marca el Reglamento de Tránsito. Cubre daños materiales, lesiones o muerte de terceros en caso de un accidente.
• Gastos médicos. Servicios de asistencia para el conductor y los ocupantes del vehículo en caso de accidentes de tránsito.
• Daños materiales. Cubre el costo derivado de las pérdidas causadas por choques, accidentes o eventos ajenos a la conducción, por ejemplo, un terremoto.
• Robo total o parcial. Cubre el valor del vehículo, tomando en cuenta la depreciación. Si se trata de un contrato por robo parcial, entonces, se cubrirá el costo del elemento faltante.

Crea un presupuesto

Tus finanzas juegan un papel crucial al momento de elegir el mejor seguro de auto. De entrada, existen muchos factores (como el modelo o el año) que pueden afectar el precio de tu seguro y, al mismo tiempo, los precios pueden variar entre aseguradoras.

Es importante que realices un presupuesto y en este, incluyas posibles variables que pueden modificar el precio de tu seguro. Eso incluye: modelo, año y marca del vehículo, además, tu edad, sexo y los posibles plazos de pago.  

Compara opciones

Este es un consejo universal y básico para contratar cualquier tipo de servicio. Cada aseguradora ofrece diferentes posibilidades, así que no olvides que los precios también pueden variar.

Tampoco pases por alto la reputación de una entidad financiera. Te recomendamos conocer la opinión de otros clientes y sobre todo, su reputación. Al respecto, la Condusef ofrece información sobre la calidad de distintos servicios y, por supuesto, recomienda solo acudir a instituciones certificadas.

Revisa los términos y condiciones

Indispensable, puesto que es aquí donde se establece con detenimiento la relación contractual. Es importante que conozcas los riesgos, las coberturas y, sobre todo, las condiciones que escapan del contrato.

Confía en tu aseguradora

¿Ya has contratado un seguro? Entonces, quizá te convenga echarle un ojo a las ofertas de la misma compañía. Muchas ofrecen posibilidades de negociar, lo que se para ti se puede traducir en ahorro. No olvides consultar descuentos, promociones y beneficios extra que puede añadir a tu póliza activa.